Se desconocía el paradero de sus restos, pero una investigación de la española Confederación General de Trabajadores (CGT), iniciada en 2015, develó dónde estaban.
Narraron que estos cuatro hombres alimentaban a unos corceles en unas caballerizas ubicadas en la calle Manuel de Jesús Aréchiga, cuando llegaron personas desconocidas que les dispararon y les robaron dos camionetas tipo pick-up.